Relato oral del profesor de música don Juan Hernández Santillán en p.d que platicó al Sr. Alejandro Ramírez Curiel al encontrarse ámbos ocasionalmente un día de tantos del año 1993 en una de las calles del barrio de Santiago, 2a. Sección, de la ciudad de Zumpango de Ocampo.
Corría el año de 1938, don Saturnino, pastor de edad madura, de más de 50 años de edad, vecino de Jilotzingo, pueblo ubicado al norte de Zumpango de Ocampo y al oriente del pueblo de Santa María Cuevas, como ya era su costumbre, acudía con su rebaño todos los días al paraje donde existe un elevado montículo, vestigio arqueológico de la cultura antigua anterior a la dominación española, se conoce con el nombre de “El Mogote”, su ubicación sirve de eje de división territorial entre Santa María Cuevas, Zumpango de Ocampo y San Marcos Jilotzingo.
Para don Saturnino ya no le era nada extraño escuchar el tañer de una campana que a las 12 horas del día, emitía 12 sonoros toques que misteriosamente emanaban de la cima de la solitaria eminencia.
Un día de ese año, después del último de los doce toques de campana que ya había escuchado don Saturnino, sorpresivamente de “El Mogote”, bajaron tres seres de silueta humana que repentinamente se aparecieron encima del montículo, se dirigieron sigilosamente hacia el humilde pastor. El ganado del rebaño se esparció rápidamente por diferentes rumbos, muy asustados y atónitos, lanzado fuertes bufidos, comportándose con inquietante nerviosismo; don Saturnino quedose inmóvil e impávido, vio como uno de esos seres se le acercaba lentamente como flotando con suavidad sobre el suelo, sin pies con una capucha y túnica negra que cubría todo su cuerpo, el rosto tapado con un velo, también de color negro, los otros dos seres desaparecieron como extinguiéndose en el sitio donde se encontraban, vestidos de igual manera como el que se acercó a don Saturnino.
El enigmático ser se acercó a don Saturnino, con voz ronca de hombre, le habló con fuerza y energía, pero pausadamente: No te asustes buen hombre, no te asustes, escucha bien lo que te voy a decir, pon mucha atención.
“Quiero que vengas una noche próxima, tu solo, al lugar que te voy a señalar, ven sígueme, no tengas miedo, subieron al centro del montículo, mientras allá abajo el rebaño continuaba, ya inmóvil, asustado con los ojos bien abiertos fijos viendo lo que acontecía, llegando junto a una mojonera de piedra le marcó en el piso una señal en forma de cruz”.
El misterioso hombre de vestimenta negra, continúo diciéndole a don Saturnino: “Aquí, en esta marca que te he señalado, deberás hacer una fosa, un hoyo, y a tres y medio metros de profundidad, hallaras una roca no muy pesada y abajo de ella encontraras siete barriles llenos de monedas de oro, otros siete barriles con monedas elaborados de plata, un Cristo de oro y otro de plata y una campana”.
Para que puedas lograr lo que te estoy diciendo deberás no contárselo a nadie tú solo tendrás que hacer todo, una vez que ya estés preparado con la herramienta y todo lo que te haga falta para que te puedas ayudar con facilidad, elige una noche de estas que se avecinan, subes aquí y en este lugar que te he señalado empieza a excavar, pero tendrás que hacerlo entre las diez de la noche y las tres de la mañana, no comiences antes, no termines después del tiempo que te he indicado, pues de lo contrario no encontraras nada.
También si pides a otra persona que te ayude, no hallarás nada, pues recuerda que he dicho que tu solo lo harás, no se te olvide, debes empezar a excavar a las diez de la noche y terminar de hacer el hoyo antes de las tres de la madrugada.
Los siete barriles de monedas de plata los llevas a Zumpango, y se los entregas al señor cura de la iglesia de la Purísima Concepción, padre Alfredo López Pastrana para que arregle el piso del templo, pues está muy maltratado; el Cristo de oro es para la iglesia de Hueypoxtla; el Cristo de plata lo llevas para la iglesia de Jilotzingo, y la campana la entregas al encargado de la iglesia de Santa María Cuevas y los siete barriles de monedas de oro, son para ti.
Templo de la Purísima Concepción, Zumpango.
Fotografía de ARC.
Palacio municipal de Hueypoxtla.
Foto Anónimo.
Atrio e iglesia de Santa Ma. Cuevas, lado oriente.
Foto ARC.
Llegó la noche que el señor Saturnino escogió para hacer el hoyo en el lugar señalado por aquel asombroso y misterioso ser. A las diez horas de la noche empezó a excavar, rascar, rascar y rascar, cuando aproximadamente llevaba un metro y medio de profundidad, don Saturnino empezó a sentir una fuerte sensación de miedo que en pocos minutos lo dominó completamente atrofiándole sus músculos y extremidades por lo que decidió dejar abandonada la empresa y regresar a su casa de Jilotzingo para tranquilizarse.
Al día siguiente, temprano fue a visitar al señor cura de Hueypoxtla y le contó todo lo que había sucedido, pero el cura lo encomio para que en lo sucesivo ya no bebiera pulque y no tuviera semejantes visiones.
En tiempos posteriores otras personas habiendo sabido lo que le había sucedido a don Saturnino, hicieron distintas excavaciones en el Mogote, pero sus esfuerzos fueron inútiles pues nunca llegaron a encontrar algo de lo que ellos esperaban.
Esta visión la contó el propio señor Saturnino al señor Juan Hernández Santillán. El Mogote es el deteriorado vestigio de tierra en apariencia, en forma de montecillo, testigo mudo de varios siglos de historia.
En la década del año 1970 sufrió serios saqueos por individuos que llegaron en helicóptero hasta ese lugar según testimonios de vecinos de la colonia “El Nido”, cercana a este sitio. En el año de 1886, tropas de soldados franceses sufrieron una humillante derrota en su huida de Zumpango a Pachuca, por regimientos compuestos de hombres zumpanguenses, junto a ese montículo en donde, según comentarios, escondieron sepultados tesoros producto de saqueos con la ilusión de regresar por ellos caso que ya no aconteció.
Existe la tradición oral entre los zumpantecas de antaño que en el patio de la casa de don Guadalupe Meléndez existía enterrados siete barriles de monedas de oro, la casa fue derribada para construir el centro comercial “Plaza Gante” ubicada en calle de gante, barrio de San Juan, Ciudad Zumpango de Ocampo.
Casa de Don Guadalupe Meléndez, calle Gante barrio de San Juan. Centro Histórico de Zumpango.
Foto de ARC. Año de 2000.
me gustaría saber mas sobre la historia de zumpango y poder contribuir en redacción cultural del municipio. quierro adquir algun libro que hable de la historia de zumpango