Sobre el costado noreste del puente antiquísimo de piedra denominado “San Lorenzo”, barrio de San Lorenzo de la ciudad de Zumpango de Ocampo, sobreviven tres cruces de tubo metálico colocadas sobre tres peanas cilíndricas de dos metros de altura por uno de base aproximadamente, construidas con piedra, arena y cal.
El puente de san Lorenzo antaño bonito y majestuoso con tres vanos de arco rebajado por donde pasaba el agua del rio de las avenidas de Pachuca, nombrado Papalote años más atrás y sobre el cual cruza la carretera Zumpango-Los Reyes Acozac; en los tiempos de la colonia española el tramo era parte del camino real Veracruz-Zacatecas y todavía varios siglos antes fue un camino de Tula a Teotihuacán.
La crónica cuenta que corría el año de 1880 cuando se estableció en esta ciudad un consejo de guerra de la comandancia militar del Distrito Federal deliberó en el salón de cabildos del palacio municipal, para que el Fiscal, General Cosme Varela acusara como rebeldes a tres clases pertenecientes al 11° cuerpo de Rurales que se habían pronunciado en contra de Don Porfirio Díaz, alzándose en Villa del Carbón.
Después de la deliberación del consejo de Guerra fueron sentenciados los acusados a ser fusilados, ejecutándose la sentencia cerca del puente de San Lorenzo donde todavía existen las tres cruces que comprueban el ajustamiento.
Las fuerzas del ejército que concurrieron a este acontecimiento fueron en suma de cinco mil hombres de infantería y caballería siendo aquellos fusilados de las primeras víctimas rebeldes al gobierno del General Díaz.
Algunas personas ancianas, allá por los años de 1950 a 1955, aun recordaban todavía, de haber sido testigos de tal acontecimiento, entonces la ciudad de Zumpango tendría en el año de 1880 unos 4000 habitantes, decían que las columnas de soldados abarcaban desde la plaza “Benemérito Benito Juárez” hasta el puente, no sabían ellas, tampoco toda la población, que los ajusticiados habían sido militares, solo estaban enterados de que se trataba de tres bandoleros de Zumpango.
Nunca más supieron que los acribillados habían sido militares solo se acordaban de que los tres hombres eran bandidos famosos porque los vieron tendidos en el suelo habiendo reconocido muy bien sus rostros.
En efecto una vez fusilados los tres militares se dio la orden de hacer desfilar las tropas que estaban acantonadas en la plaza principal y calles adyacentes ante los cadáveres con el propósito que tal acción sirviera para despertar temor, sirviendo como ejemplo y escarmiento ante probables rebeliones y alzamientos futuros.
Dice un dicho: “matar dos pájaros de una pedrada” y así sucedió en aquella excepcional fecha, el gobierno federal actuando inteligentemente ya tenía apresados precisamente a tres peligrosos bandoleros, nativos de Zumpango y guarida en la misma población precisamente cercano al lugar de ajustamiento.
Las obras del desagüe del valle de México se iniciaron en el año de 1886 pero antes de ese año ya había una cierta infraestructura física para el comienzo de los trabajos, por ejemplo: el gran edificio de dos niveles construido para dar alojo a la dirección de las obras del desagüe ubicado al oriente de la plaza principal, es el mismo que ocupa la escuela primaria actualmente; también estaba ya la barda donde en su interior se alojaría el ferrocarril del D.V.M. En aquel tiempo podiase considerar a Zumpango como una ciudad aislada de la capital mexicana debido a que sus caminos de herradura estaban en mal estado casi todo el año, era mejor las de comunicación de vía férrea con estaciones en San Lucas Xóloc y San Miguel Xaltocan; estaciones más cercanas 12 kilómetros de distancia era por el oriente Xóloc y sur-este Xaltocan correspondientes al ferrocarril México-Pachuca, y por el Poniente las estaciones de Huehuetoca o Teoloyucan o bien, Cuautitlán pertenecientes a los ferrocarriles México-Guadalajara y México-Laredo también a 12 kilómetros. Así pues, para 1886 estaban en riesgo el personal de ingeniería, técnicos, operarios, herramientas, y muchas cosas más.
Pero las vías de los rieles de los ferrocarriles empezaron a construirse antes de 1880 año de apogeo constructivo.
Los tres maleantes antes mencionados fueron ajusticiados en el mismo lugar. Sus cuerpos quedaron tendidos ensangrentados menos el rostro con el fin de que fueran reconocidos por los pobladores que ordenadamente y despacio fueron pasando junto a ellos de acuerdo a una operación dirigida por las tropas de soldados. Todo el espectáculo en general suscito mucho miedo y espanto a toda la población pues la finalidad era infundir escarmiento con la advertencia de obrar con poderío, energía, fuerza, inteligencia y firmeza.
Después que terminó la guerra de intervención francesa e imperio de Maximiliano, en 1867, Se desató una turbulencia de pandillerismo maleante en todo el país, robos, asesinatos, secuestros, ultrajes, asaltos, etc., en algunos lugares más que en otros.
En una ocasión escuché una plática del señor cura de Zumpango, Don Manuel Aguado González, párroco en los años de 1950 a 1961 cuando Zumpango de la laguna había sido cuna de grandes y bien organizados bandidos en los últimos 30 años del siglo XIX siendo uno de los más famosos los de Rio Frio, se reunían secretamente una vez al año en el mesón de Zumpango en un sótano bien oculto parar planear sus fechorías y evaluar sus aciertos y errores.
Gente entrada en años allá por 1960, platicaba que en la época de don Porfirio Díaz se vivía con temor e inseguridad a pesar de su mano enérgica. En Zumpango de la laguna caminaban por las calles tranquilos y vestidos elegantemente con maneras de educación y moralidad dos personas que eran hermanos de apellido Choperena, Manuel y Emiliano, de oficio carniceros, cada uno atendía su propia carnicería ubicadas en la plaza principal en una finca llamada ¨las casillas¨ medía 4.60 metros de fondo por 36.77 de largo consistente de 8 cuartos de 4.60 x 5.15 m. con una puerta hacia la plaza pública, ellos ocupaban cuatro, dos unidos en uno solo para cada quien.
“Las casillas” fue una finca construida en un terreno del antiguo atrio de la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, ocupaba una superficie de 4.60 metros de fondo por 36.77 de largo dividido en 8 cuartos con su puerta mirando a la plaza principal “Benemérito Benito Juárez” de propiedad municipal, (1870-1966). Atrás de esta finca había un terreno del atrio de 11.55 x 36.77 m. que lo tomó y lo vendió abusivamente el ayuntamiento junto con las “casillas” en el periodo 1964 – 1966, esto es otra historia.
Bien se sabía que los hermanos Choperena operaban sus fechorías, con cómplices, principalmente abigeos para tener reses que vendían destazadas en sus carnicerías. Fueron muy hábiles y talentosos.
Siendo presidente municipal Filomeno Tesillo en el año de 1878, se realizó una reunión de cabildo extraordinario el día 23 de septiembre anotando en el acta correspondiente: “Asunto: Emiliano Choperena pretendía apoderarse del patio de la Casa Cural ” el ayuntamiento acordó que pasará ser del propio curato “de hoy y para siempre”. El referido predio era propiedad federal en aquel tiempo.
El citado patio era parte del antiguo atrio original que media 220.00 x 110.00 metros aproximadamente. De 1895 a 1905 en ese lugar se alzó el edificio consistente en obra negra, actualmente es la “Casa cural” de la parroquia de la “Purísima Concepción”. Archivo parroquial de Zumpango, Caja Decretos, Edictos, Fábrica, etc.
Edificio de ex - casa cural en 1930 en proceso de construcción complementaria y adaptación a escuela primaria: 4°, 5° y 6° grados. En 1927 el gobierno federal emitió el decreto para el cambio de destino. Allí estaba el patio que quería tomarlo Emiliano Choperena. Véase a la izquierda parte de “las casillas”; se nota parcialmente la barda del atrio de la iglesia el cual fue cubierto con la hilera de escalinatas aún existentes en la actualidad. Una persona va caminando sobre los durmientes de los rieles del Ferrocarril del D.V.M., paralelo atrás uno de los primeros camiones de pasajeros México – Zumpango nombrado “EL CUARTILLITO”.
Ascencio García. Don Natalio vivía en su casa de dos niveles con domicilio en la esquina de calle Morelos y avenida Hidalgo, se comentaba que toda la manzana era de su propiedad con superficie para cultivo de cereales, predio rodeado por las calles de Hidalgo, Rayón, Aldama, hoy Federico Gómez y Morelos; sus dos fachadas constaban de soportales en la calle de Morelos y soportales en la calle Hidalgo con columnas cuadradas con arcos de medio punto; la parte superior de ventanas verticales con barandal de hierro era lo más notorio del conjunto arquitectónico de estilo neoclásico. En los soportales de la calle Hidalgo se veía la pulquería “El Tormento” que era atendido personalmente por don Natalio García notable por su fina vestimenta de charro con botonadura y bordados de plata y en el cincho la imprescindible pistola revolver con cachas de oro, zapatos de una pieza y sombrero fino de lana con adornos plateados. En años recientes todavía funcionaba este establecimiento, pero ahora con el giro de cantina.
Antígua casa de don Natalio García. Calle Hidalgo. Puertas de la derecha al fondo estuvo la pulquería de “don Natalio”. Año de 1955. Foto Daniel.
En una segunda parte del tema “Las Tres Cruces del puente de san Lorenzo se abordaran otros casos de personajes notables por sus fechorias y otros acontecimientos contemporáneos sorprendentes.
El gobierno municipal periodo 1990/1993 a cargo de don Leonel Domínguez Rivero tapio los dos vanos laterales del puente de “San Lorenzo por ampliación de ancho del “Boulevard Hidalgo”. Foto de ARC 1960.